En esta selección de 4 relatos, Sir Walter Scott deja en evidencia la pasión que siente por su tierra y su tiempo, la Escocia del siglo XVIII, a la vez que su fascinación por lo sobrenatural. De pequeño, Scott se empapó de leyendas, baladas y poemas de su tierra, escuchando a parientes contar historias heroicas y mágicas. Su obra refleja su curiosidad por el entorno y las gentes de las Tierras Altas que tanto quería.

1ª edición.

El escenario: la Escocia de 1679, enfrentada en dos facciones: los partidarios del rey Carlos y los presbiterianos. Los personajes: el joven Henry Moorton, destinado a ser el señor de Milnewood, cuyos principios le hacen tomar partido por los presbiterianos y enfrentarse a la familia de su amada, y John Balfour de Barley, un complejo y fascinante fanático presbiteriano. Con estos mimbres, Walter Scott (1771-1882) teje una trama amorosa llena de desencuentros, al tiempo que retrata la iniciación vital del recto Henry Moorton y muestra los conflictos entre "los principios" (la dignidad, la rectitud y el honor como únicos códigos de conducta) y la realidad sangrienta de la guerra. Una novela fundacional que sienta las bases de lo que sería el género en el siglo XIX.

Walter Scott (1771-1832) está considerado con todo merecimiento
como el iniciador de la novela histórica, donde ha dejado obras
y personajes inolvidables que perduran a través de las generaciones.
Novelas como Ivanhoe, Rob Roy, El monasterio, El abad, Quentin Durward,
El talismán, siguen siendo tan apreciadas en los albores del
siglo XXI como el día en que vieron la luz, y lo seguirán
siendo mientras haya lectores en la Tierra.
El presente volumen contiene una serie de relatos -algunos con un marcado
carácter histórico- en los que de algún modo interviene
un elemento sobrenatural. Así, en La habitación tapizada
asistimos a la manifestación de un fantasma; la magia hace aparición
en El espejo de mi tía Margaret; diabluras grotescas en El
cuento de Willie el vagabundo; el poder de la visión en Los
dos vaqueros; la inexorabilidad del destino en Una viuda escocesa;
y por fin una ejemplar narración de un suceso macabro en Relato
de un hecho fatal.

La historia del enano misterioso, deforme y de fuerza excepcional, no figura entre las más conocidas de Walter Scott. Sin embargo, es un exacto compendio de la prosa scottiana, y en cierto modo ejemplar dentro de su vasta producción. El enano negro es una novela cerrada, de trama bien urdida, personajes atractivos, amenidad indudable y en la que no sobra ni una página ni hay lugar para perderse en digresiones ajenas al mundo argumental. Una obra maestra, muy personal y significativa de su autor, que nos da noticia cierta de la novelística del romanticismo inglés, con los ingredientes de toda buena novela de aventuras: el crimen, la venganza y los amores imposibles.